30/10/08

El liderazgo en el perfil del alumno

El Liderazgo es distinto a la manipulación, uso o chantaje. Lo entiendo como la influencia positiva sobre otra persona. Usualmente Líder se asocia o confunde con movimiento de masas o a caudillaje. Prefiero entenderlo como una influencia inicialmente sobre la propia vida. Ello implica que el joven o la joven construya una convicción, una filosofía, a través de la cual mirar e influir sobre su mundo y dejar que esa convicción dé sentido a su vida y a lo que hace.

Aprovechemos los espacios que en el colegio se dan para la formación de convicciones. sin dejar de considerar que el hogar es un lugar propicio también para aprender el estilo de comandar las vidas.

Escuchar las distintas opiniones del joven (quien no tiene que pensar necesariamente igual que nosotros, pues, la información puede ser rebatible, pero las opiniones son puntos de vista respetables), hacer preguntas abiertas (evitando hacer preguntas camufladas que les lleven a pensar como nosotros, o a las cuales sólo pueda responder con Sí o No), ayuda mucho.

Por otro lado, no nos inmutemos o adoptemos una actitud de indiferencia ante lo que pasa alrededor. La sensibilidad y reflexión crítica con él o ella sobre los sucesos genera posiciones, y sobre ellas convicciones.

Expresar discrepancias con tolerancia (pero con argumentos), dejarles ver cómo nos conducimos cuando tenemos problemas (no cómo los evitamos), dejar que descubran en lo que cree, que se haga consciente de las cosas que son importantes para él o ella, también ayuda mucho. No temamos hacerles ver, ahora más que nunca, sus contradicciones entre lo que piensa y lo que hace, pero no con el afán de culminar en “ves te lo dije”, sino para generar conciencia sobre sus actos. Dejarlos en evidencia no es malo, bien usado puede ser constructivo para que aprenda de sus errores y genere conciencia moral. El concepto de liderazgo que propongo es un liderazgo en constante construcción desde "dentro hacia fuera", es un liderazgo sobre la propia vida. Lo otro, me refiero al liderazgo sobre grupos, se sustenta en este poder personal: las propias convicciones y la persuación que se hace de ellas a otros, a través del lenguaje y las relaciones. siendo el protagonista de mi vida, puedo inspirar a que otros sean las estrellas en la propia.

Hay muchas escuelas que consideran el Liderazgo como parte de la oferta formativa de sus proyectos, antes considero preciso observar el concepto que de ello se propone, cómo se sabe que se está alcanzando ello, pero en especial, cómo se logrará.

Habrá alguna escuela que proponga el Trabajo en Red como parte de su oferta formativa, creo que ello en este punto de la historia y en el funcionamiento de los sistemas humanos actuales de trabajo, sería lo más acorde.

29/10/08

El relativo éxito de la inteligencia

Hace un tiempo pregunté a un grupo de estudiantes acerca de cuáles creían que eran los factores que aseguraban el éxito personal, y encontré las siguientes respuestas: Dinero, Tecnología, Familia estable, Salud, Ser inteligente, Información, Tener vínculos. Los factores señalados pueden agruparse en dos: recursos e inteligencia. Destaca que muchos de los encuestados consideraron a la inteligencia como el factor más relevante para alcanzar el éxito, sin embargo, gente que no posee una inteligencia superior ha alcanzado mucho éxito y gente con altos niveles intelectuales, que en su momento fueron los mejores de la clase, han tenido una vida de constantes fracasos.

El éxito es muy relativo, pero podría hipotetizar desde mi muy limitada subjetividad y humana experiencia que se refiere una percepción de haber logrado algo un estado de felicidad o satisfacción, productividad o entrega, asi como, de pertenencia a alguien o a grupos humanos, esta lista está abierta y creo no agotar el tema con esto. ¿Cuánto tu escuela propicia estas percepciones de logro?, ¿Cuánto tu escuela propicia el éxito?.

27/10/08

¿Es usted un maestro del lado oscuro?

En realidad, uno es infinitamente más importante que sus limitaciones, sin embargo, podemos concentrarnos en todo lo que no hemos logrado, en todo lo que se nos ha negado en la vida, en todo lo que nos falta, en todo lo que se me ha hecho, y vivir en un estado de perpetua tristeza y resentimiento; o podemos concentrarnos en todo lo que sí se nos ha dado, en las bendiciones, los dones, la vida, y vivir más esperanzados y dispuesto a la bondad. Uno puede ser el protagonista y constructor de su felicidad, la cual no depende de lo que vivas, sino de cuanto y qué significado le demos a las cosas que nos suceden. En el último trabajo de proyección social del Colegio en Ventanilla, hallé familias inmensamente pobres, pero no puedo negar que algunas de ellas vivían profundamente felices.

“Usa la semilla que se te ha dado” le digo a mis estudiantes mayores cuando dialogamos sobre decisiones vocacionales. Cada vez me convenzo más de que la oscuridad convive con su opuesto y de que en condiciones más terribles se hallan bendecidas por los tesoros más grandes: las fortalezas humanas. Uno de los textos que considero más esperanzadores sobre esto está en Romanos 5:20 “mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.". A veces en medio de las dificultades y el peligro es difícil ver lo maravilloso y las oportunidades que se abren, pero siempre están ahí y en ese contexto confuso se pone en funcionamiento nuestra condición humana: la decisión, puede uno confundirse y unirse a la oscuridad o rebelarse contra ella. Mucho se nos ha dado, poco tiempo debemos tener para pensar en todo lo que se nos fue negado. Rebélate con las formas que el mundo tiene para destruir y anular la identidad y el amor. El mundo dice “vístete igual a otro” vestido o vestida como otros, rebélate siendo una versión de ti mismo; el mundo te dice “aprovéchate de los demás” rebélate siendo solidario; el mundo te dice “llama la atención” haz que otros sean las estrellas; el mundo te dice que “cuando te vaya mal, échale la culpa a otros” rebélate asumiendo la responsabilidad; el mundo te dice “busca que los demás te hagan feliz” rebélate buscando hacerlos felices; el mundo te dice “tu vida no vale si no es divertida” rebélate haciendo con creatividad y pasión tu trabajo; el mundo te dice “no te esfuerces para dar ese último aliento” sacúdete de ello, inspira a otros a triunfar; el mundo te dice “las cosas son primero que las personas” rebélate y coloca las personas antes que a las cosas. El mundo te dice que odies, abuses, destruyas, mates, rebélate amando y buscando lo mejor para los que te rodean y para ti mismo. El mundo te dice que postergues tus afectos, que lo digas otro día, que no lo digas nunca, rebélate, diciéndolo ahora. Quizá sus actitudes no te gustan, pero hay cosas más importantes ¿quién eres tú para juzgarlo?. Se te ha dado tanto que debes tener poco tiempo para pensar en todo lo que te fue negado.

Mapa conceptual del resentimiento

En las entrevistas que realizo, tanto en la oficina como en medios públicos, he conversado con mucha gente que atraviesa momentos de depresión y tristeza. No ha sido difícil hallar tras esos sentimientos un discurso de profundo resentimiento. Es más, algunos me hicieron consultas (leyendo sus palabras entrelíneas) buscando argumentos que confirmen la maldad de las personas y maneras de resentirse todavía más, odiar mejor y vengarse con sutileza, alternativas -entre otras- que se adoptan para expresarse abiertamente frente a esa percepción de haber sido herido de alguna manera.De hecho hay formas menos efusivas, como el olvido voluntario, el chisme, el hacer nada, no comprometerse, el sabotaje a los planes del otro, etc.

En esta oportunidad quiero referirme a este tema, por lo peligroso que puede resultar el no hallar una alternativa que me permita reelaborar mis percepciones y expresar mis sentimientos de insatisfacción y frustración.Lo que le otorga poder a un golpe para causar efectos traumáticos es el significado que le atribuye la persona herida. De hecho, las cosas no son las que nos causan los sentimientos, sino lo que pensamos y el valor que le atribuimos a lo que nos sucede. En mi trabajo he conocido muchísima gente viviendo bajo condiciones extremas y complicadas y lo que marca la diferencia es que algunas cuentan con alguna estrategia para salir del hoyo, un plan para reconstruirse, aceptar que la situación pasó, por muy lamentable que sea y por más lamentable que resulte haber sido herido por alguien de quien no se esperaba. Sin embargo, estas personas no le dan la importancia como para que les cambie la vida para mal. En el resentimiento sucede precisamente lo contrario, las personas se anclan y se sumen en el dolor, haciendo que quienes los dañaron tomen el control de sus vidas.

23/10/08

Nuevos desafíos para las escuelas

Una forma de determinar el crecimiento de un país es su PBI, y nuestro país ha obtenido una tasa sistemática de crecimiento de 6% en los últimos años. Y se prevé que para el 2008 será de 8%. Sin embargo, según el índice Gini de desigualdad social, nuestro país se halla entre las 11 sociedades más desiguales del mundo, alcanzando un 52.5, esto quiere decir que el 20% más rico del país recibe el 51% de los ingresos nacionales, mientras que el 20% más pobre recibe apenas el 4.4%, los países que nos rodean están en una situación similar, en general en América Latina la desigualdad del ingreso es más elevada que en África. América Latina es ejemplo de crecimiento sin desarrollo. Pero ¿Qué problemáticas plantea este panorama? La pobreza es un gran problema, pero el problema mayor es que en medio de ella se pierde la esperanza, como menciona el economista Kumar Saha: Si la gente más pobre de la sociedad pierde la esperanza de tener una vida decente, no tiene ya nada que perder, y esa percepción es el espacio perfecto para el comercio de drogas, el crimen organizado, así como, la violencia y el abuso en todas sus formas. El problema no puede ser solo entendido policialmente, es principalmente social.

Si, la escuela es el lugar donde se aprenden los primeros pasos de la ciudadanía, que deja huellas que se expresan en nuestra forma de pensar, accionar, y en nuestros planteamientos ideológicos y religiosos. Si existe un impacto tan grande de la escuela en la vida de las personas, ¿Cuáles son los desafíos para nuestras escuelas en el contexto de desigualdad y pérdida de la esperanza mencionado? ¿Cuáles son los retos para los profesionales desde los contextos educativos?.

Es indispensable repensar el tipo de educación que estamos brindando en nuestras escuelas y el tipo de contribución que estamos brindando. Pues en general hay un serio cuestionamiento a la educación en todos los niveles, según Foro Educativo en la Encuesta Nacional de Educación del 2006, la población en general le coloca 11.9 de calificación a la educación en el país. Los alumnos egresan con vacíos acerca del mundo, dificultando su adaptación.

Por su parte la Evaluación Nacional 2004 arrojó que en Porcentaje de estudiantes que logran los aprendizajes esperados en el grado evaluado en cuanto a comprensión de textos en 5to de secundaria es de 9.8% y en matemáticas 2.9%, la situación en primaria no es muy diferente. No es extraño que los maestros sientan que sus esfuerzos no obtienen los resultados deseados.

Fullan y Hargraves mencionan que la escuela se está convirtiendo en un lugar no interesante para los alumnos y tampoco para los docentes, mencionando entre otros factores para ello: la sobrecarga de la tarea de los agentes educativos (docentes, psicólogos y coordinadores), con demandas mayores en el aspecto tutorial o consejería dada la variación en las características del alumnado (pues su contacto con el mundo a través de los diversos medios tecnológicos modifica sus estilos y prácticas), eso desafía a los educadores y orientadores en su capacidad de manejo disciplinario, aumentando su estrés.

Claudia Lombardo sugiere que debemos ubicar a la educación como una alternativa frente a la pérdida de la esperanza, y que no hay posibilidad de una educación trasformadora si no se siente un deseo y no se advierte una posibilidad real de cambio social, no hay educación liberadora si no pensamos que hay algo de lo que debemos liberarnos , y ello es todo aquello que pone freno al desarrollo personal y colectivo.

Cuál puede ser el aporte de la educadores para la construcción de una alternativa educativa frente a la pérdida de la esperanza.

No podemos negar que el contexto y la coyuntura actual atentan contra nuestra misión y labor, porque vemos que el proyecto dominante en nuestra sociedad, está dirigida hacia la dinámica del desarrollo y las desigualdades respectivas.

El sistema educativo forma parte un sistema social, y como tal también puede, lamentablemente, ser fuente de desigualdades.

Las escuelas pueden ser espacios donde se validen las prácticas del sistema social imperante, pero, también pueden ser espacios para la crítica, y construir propuestas y alternativas trasformadoras.

Repensar los objetivos del proyecto educativo es importante, ¿Qué imagen de hombre tienen los lineamientos de los colegios de donde Uds. proceden, cuál es el perfil de estudiante al que aspiran?, nuestros proyectos educativos no son neutros, corren el peligro de amoldarse al mundo actual y sus reglas.

¿Existen posibilidades de proyectos educativos humanistas en una realidad basada en una economía de mercado?

Karl Polanyi critica a la economía de mercado por su capacidad desintegradora de la esencia humana de la sociedad. En este modelo el modelo de hombre es el homo economicus, cuya esencia es el individualismo. La naturaleza del homo economicus será la búsqueda de su interés individual centrada en la posesión de bienes materiales en competencia con el resto de los individuos. Surge así un individuo egoísta que se mueve por las determinaciones internas del deseo, que debe vencer cualquier límite que se oponga a su consecución. Para la perspectiva individualista, la libertad humana consiste en actuar de acuerdo con esa naturaleza egoísta, como sostiene Schopenhauer, su único fin natural es la adquisición ilimitada o indeterminada de bienes por satisfacer un deseo también ilimitado. Es poseedor de un “gen comercial”.

Nuestros proyectos educativos peligrosamente pueden confundirse con las propuestas del proyecto del mercado, y formar promociones de egresados de homo economicus.

¿Qué aspiración utópica de hombre deseamos de nuestros alumnos?. Ello se traduce en el perfil del alumno expresado en el proyecto educativo.

Los proyectos educativos jamás son neutrales siempre proyectan una posición, un modelo de hombre.

He tratado de esbozar algunos desafíos para los educadores, a su vez planteo algunas ideas de cómo se podría intervenir en algunas de ellas, en aras de hacer de nuestras escuelas lugares para promover una educación trasformadora.

En el aspecto organizativo

Un primer desafío a considerar es reflexionar acerca del sentido de nuestras propuestas pedagógicas, ¿Están éstas orientadas a la adaptación individual al mercado o constituyen pedagogías para la trasformación social?.

La escuela no sólo debe formar para la comprensión y la producción de conocimientos, sino que deben también formar para la construcción de concepciones del mundo más amplias que fomenten el desarrollo personal y colectivo, así como nuevas formas de convivencia.

Un segundo desafío es contribuir al plan estratégico de la escuela (objetivos, tareas, tiempos, cronogramas, responsables, indicadores de logro, etc. orientados a alcanzar la visión de la organización educativa), si deseamos que las utopías planteadas en el proyecto educativo se hagan realidad debe haber gente trabajando para ello, en especial aquellos que son especialistas del comportamiento y del aprendizaje, organizados con una clara conciencia del horizonte más amplio de la escuela: brindar una formación de calidad sustentada en el amor.

Con los alumnos:

Un tercer desafío es promover las ganas por aprender en la escuela secundaria, lo cual debe resolverse desde la concepción del proyecto educativo y no sólo desde la tecnología. La desmotivación es uno de los factores comunes en la secundaria.

Un cuarto desafío, es formar en primaria los principios básicos para la convivencia, el valor de ser ciudadano, el respeto, y el desarrollo de todas las potencialidades de los alumnos, hay que reconocer que en esta etapa se consolidan las maneras de pensar y de hacer. Fomentar la relaciones positivas en el aula a través de la alfabetización emocional y social, es importante contar con medidas que nos permitan conocer cómo se da la dinámica de relaciones entre los alumnos en el en el aula, pero, desde el punto de vista de los alumnos. Para poder monitorear la cohesión y el nivel de conflicto al interior. Pues en gran medida los chicos aprenden en la relaciones con los pares en esta etapa, lo que pueden esperar de las personas, pero también, lo que le pueden hacer a las personas.

Un quinto desafío es el tema vinculado con las habilidades para aprender y estudiar, los hábitos de trabajo, el valor del esfuerzo, de planificación y de proyección hacia el futuro, enseñándoles a trabajar con otros, en equipo.

Un sexto tema es el de la disciplina, pero, se requiere de una disciplina que promueva la responsabilidad sobre el comportamiento y las consecuencias de este. Que permita la redención del joven, el rescate humano del joven. Ello implica que se tenga bien en claro el perfil del alumno y las conductas esperadas, así como las conductas que le llamaría por debajo de la línea y muy por debajo de la línea, en ese sentido las sanciones o actividades de reaprendizaje deben estar relacionadas con la falta, deben ser respetuosas, razonables, producto de un reconocimiento de la falta, que lo reconcilie con aquellos que han sido afectados por su conducta, y que lo focalicen en la restauración de las relaciones y no en los sentimientos de culpa. Ese es el sentido del Proyecto FIX I PLAN. En un programa común de sanciones, éstas son dadas por el adulto, están estandarizadas, el proceso es rápido y el adulto piensa más, por el contrario en este programa, el plan es confeccionado por el alumno, no hay consecuencias estandarizadas, el proceso no es rápido y el alumno piensa más.

Con los padres de familia

Un sétimo desafío es la generación de espacio de reflexión sobre las diversas problemáticas evolutivas de los chicos (el adolescente en la familia, el adulto nuevo en la familia, las decisiones vocacionales, la valorización del hogar), que involucren a todos los que tienen alguna ingerencia en las decisiones que vayan a afectar al joven, incluyendo de hecho al principal protagonista de ello, el joven mismo. Esto se puede dar en un formato de jornadas padres e hijos. Incluir a los jóvenes a trabajar en lo temas que los afecta directamente, los compromete. Cuando van creciendo, sienten que si no son incluidos, sus padres podrían estar coludiéndose con el psicólogo o los maestros en algún plan contra él. En este formato el psicólogo o maestro pierde su rol de erudito y cada familia construye alternativas funcionales para sí.

Un octavo desafío es la fidelización del padre de familia a los fines del proyecto educativo. Si el padre no recibe información en los diálogos con los maestros y el psicólogo, acerca de lo qué se espera de su comportamiento en respaldo de los fines del colegio, dichas descoordinaciones se proyectarán en una desconfianza del estudiante respecto del colegio, al padre le será difícil entender el punto de vista del colegio y eventualmente podría desacreditar a la escuela y sus procedimientos.

Con los maestros

Un noveno desafío es el contribuir a la clarificación de un perfil de competencias del maestro que proyecte un discurso crítico y esperanzador en sus alumnos, con capacidad de comunicación, autocontrolado, sensible, líder y con disposición para servir a sus alumnos. Así como contribuir para que el maestro pueda alcanzar el perfil deseado.

Un décimo desafío para el psicólogo educativo es promover la capacitación docente en las diversos principios y estrategias para su desenvolvimiento de las situaciones que se dan en la interacción con el alumno, y así prevenir problemas de conducta en el aula, y evitar la derivación innecesaria. Derivar en situaciones de indisciplina le hace perder jerarquía y autoridad al maestro. hay que ayudar al maestro a jerarquizarse con justicia y afecto dentro del marco de la interacción con sus alumnos dentro del aula

Otro desafíos que no serán muy lejanos podrían ser los temas de tanto contenido emocional como:

* Educación para la construcción de la identidad
* Educación para la iniciativa
* Educación para el optimismo, la esperanza y la superación, sabiendo que este último tópico es muy difícil de capacitar de adulto, la escuela y la familia son los lugares privilegiados para ello.

Trabajar en una escuela es trabajar para interrumpir la profecía del fracaso de nuestros chicos, más de la mitad de nuestros chicos tienen dificultades que podrían colocarlos en esa condición, nuestra misión y trabajo debe orientarse a hacer que esta profecía no se cumpla.

Una maestra que cambio mucho mi vida, Carmela Díaz, me contó una historia que refleja muy bien el sentido de lo que quieor decir sobre los nuevos desafíos para las escuelas:

Un hombre golpeaba fuertemente una roca, con rostro duro, transpirado. alguien le pregunto:

-¿Cuál es su trabajo?
-¿No lo ve? picapedrero - y agrego con pesadumbre, estoy en prisión y me obligan a hacer esto, ¿Le parece que puedo estar contento?

un segundo hombre golpeaba fuertemente una roca, con rostro duro transpirado, alguien le pregunto:
-¿Cuál es su trabajo?
-¿No lo ve? picapedrero, y agrego con pesadumbre "Mi abuelo rompía piedras, mi padre lo mismo, yo no puedo defraudar a mi familia. ¿le parece que puedo estar contento con mi actividad?

un tercer hombre golpeaba fuertemente una roca, transpirado con rostro alegre, distendido. alguien le pregunto:
-¿Cuál es su trabajo?
-"¡Estoy construyendo una catedral donde la gente vendrá a orar, a reconciliarse, a ser bendecida, a ser perdonada, a ser consolada!"

Solo viendo el sentido trascendente de nuestra labor vamos a poder promover una educación trasformadora en las escuelas. Nosotros sí podemos marcar diferencia en la vida de nuestros estudiantes.

¿Educar?, ¿Para qué?

Durante este siglo la educación ha experimentado cambios muy significativos, el descubrimiento de los principios del aprendizaje de los organismos y en especial de los humanos ha permitido el desarrollo de importantes avances científicos y tecnológicos, se han generado nuevas metodologías y estrategias: constructivismo, educación por el movimiento, pedagogía Waldorf, educación por el arte; nuevas técnicas: las máquinas de enseñanza, el aprendizaje programado, el SIP, el aprendizaje estructurado, etc. Sin embargo, la educación, muy a pesar de los importantes cambios, no ha perdido su esencia, su trascendencia, su orientación hacia el futuro, pues no se enseña para ayer, incluso ni para hoy, sino para mañana. En este sentido, la educación adecuada sería aquella que prepararía a los actuales estudiantes para desempeñarse en un tiempo distinto, con características, contextos y situaciones muy diferentes a las actuales.

Según las proyecciones, el estado mundial en los aspectos sociales y económicos para dentro de 25 años, no sería el más deseable, muy por el contrario, el futuro no deseable sería el más factible.

La educación constituye en gran medida la vía a través de la cual se validan los patrones de interacción de los individuos en una comunidad, sin embargo, la escuela puede, dado su poder, permitir transformaciones culturales, incluso en un sentido romántico, cambiar el futuro. Sin embargo, el futuro depende de muchas variables, de las cuales, mientras mayor información se pueda obtener, mejores planes se podrán diseñar. Mientras tanto, la labor de la educación y en especial de la orientación escolar, consistirá en facilitar la adquisición de aquellos valores y actitudes que permitirán un desarrollo personal continuo en un contexto con características diferentes a las vivenciadas a la actual, desde las propias percepciones de los jóvenes de acuerdo con su evolución, pero, en especial en un contexto socio-económico, cultural e incluso biológico diferente.

Pensar acerca del futuro, constituye una requisito para educar, es pensar en lo que queremos lograr, y en cómo lo que queremos lograr se ajusta o es funcional a lo que los jóvenes vivenciarán luego. Por ello es menester “vislumbrar el futuro”, no como una metáfora, sino como un objetivo.

En cuanto a población las proyecciones del INEI señalan que hacia el año 2025 la población del Perú llegará a 35 millones 518 mil habitantes, es decir 41% más que la actual, y en el caso de Lima, hacia dicho año tendrá alrededor de 11 millones de habitantes, concentrando al 44% de la población del país. Ello estaría indicando una alta probabilidad de problemas habitacionales, de acceso a servicios y de hacinamiento, esto último con sus respectivas consecuencias ambientales y sanitarias. Esto señala la urgencia de generar actitudes vinculadas con la tolerancia, la solidaridad y la preservación y cuidado del entorno biológico (salud personal y conservación del ambiente natural).

En la actualidad la esperanza de vida para una mujer se halla en 69,2 años mientras que para los varones se halla 5 años por debajo (64.4). Esto redunda en la importancia de identificar una explicación, que es bastante probable se oriente hacia un estilo de vida con múltiples conductas de riesgo entre los varones.

El crecimiento de la población significará a la vez un crecimiento tremendo de la población económicamente activa, ello demandaría la creación de un mayor número de puestos de trabajo.

Esta situación se hará mucho más difícil, ya que las proyecciones de la pirámide poblacional señalan un incremento de los grupos etáreos por encima de los 20 años.

Esta proyección, si es que las características del empleo en el país no varían, significará un alto índice de desempleo o subempleo, y de lo que se ha venido a llamar en los últimos años el desempleo ilustrado, es decir, personas que culminaron un estudio superior pero que se ven imposibilitados de acceder a un puesto de trabajo con condiciones adecuadas o que exigen un manejo de información diferente al área en que se educó. Esto exigirá de nuestros jóvenes actitudes vinculadas con la creatividad, la planificación y gestión, la disposición para integrarse a grupos en trabajo interdisciplinario, la flexibilidad para adaptarse a cambios y exigencias (en especial a las tecnológicas) , disposición a evolucionar como persona, y la orientación y diversificación hacia su formación superior (pues se ha identificado que aproximadamente el 54% de los egresados de centros de educación superior se concentran en sólo 10 carreras tradicionales).

La mujer tendrá un protagonismo en los nuevos tipos de organización familiar, y ello incrementará el índice de divorcios, debido en gran medida al mantenimiento de las creencias que relacionan género y poder. Esto señala la necesidad de educar en actitudes vinculadas con la cohesión y la cooperación, establecimiento de límites de decisión, habilidad para desarrollar proyectos en equipo y autoevaluación.

Hace algunos años se podía hablar de generaciones, definidas en un continuo temporal por cubrir períodos de 10 o 15 años, estos intervalos en los últimos años se han acortado, cubriendo períodos de 2 o 3 años. Se prevé, como incluso se puede constatar ahora, que, la influencia de los medios de comunicación tendrá un fuerte protagonismo en estos cambios vertiginosos, estos cambios pueden probabilizar en las personas una intensa preocupación por lo inmediato, altos niveles de estrés, sin posibilidad de observar la vorágine en perspectiva, es decir, con fuertes amenazas para la auto-trascendencia y el desarrollo de una vida interior. El manejo del estrés se constituirá en una necesidad de salud pública, así como, la generación de planes personales a largo plazo.

Nuestro país verá modificada mucho más su estructura social, la marginación se afianzará y tendrá un rol importante en las movilizaciones sociales en especial desde el interior del país y los anillos de pobreza. Como ya se está observando, se exigirá al Estado generar una dinámica que permita la concertación y el respeto de los derechos humanos. Esto exigirá de las personas, el contar con un repertorio de habilidades alternativas a la violencia, el reconocimiento de valores como la justicia, identificación de los propios derechos, pero, a su vez la reconstrucción de la democracia, la cual es posible en nuestro país tenga una figura distinta a la experimentada en otros países.

Por otro lado, se prevé para los siguientes años que los medios de comunicación serán un competidor cada vez más intenso para la escuela en cuanto a formación de valores y acceso a información, la escuela tendrá que reconfigurar sus estrategias y servicios, pues corre el riesgo de ser un elemento accesorio. La labor del maestro deberá enriquecerse en la constante actualización sin perder su identidad profesional y conformar equipos multidisciplinarios que atiendan integralmente a las necesidades e inquietudes de los jóvenes, pero en particular, haciendo uso de un enfoque prospectivo y preventivo.

Los valores se deben hacer trasversales tanto a la currícula académica como a la de orientación, no por un sentido estético, sino porque es preciso generar una estructura coherente en la organización educativa y porque favorece la cohesión de los miembros del sistema en un mismo conjunto de principios.

En este contexto es que se mueve nuestro maestro, y quizá este contexto constituya el desafío más grande de su vocación: el liderar la conquista de la libertad.

Educación emocional y corrupción

Hace algunos años una maestra en la universidad nos preguntó desde cuándo el Perú era libre, todos al unísono respondimos desde el 28 de julio de 1821, esta pregunta ha rondado mis pensamientos y conversaciones en varios momentos. Ella añadió una reflexión: el problema de los peruanos es que hemos luchado mucho para ser libres, pero, cuando la obtuvimos, no supimos qué hacer con ella.

Es que la libertad genera ansiedad, angustia y hasta pánico. El ejercicio de ella implica toda una gama de capacidades emocionales que no sabría decir si nuestro país las tenía para iniciar el hermoso camino del autogobierno, del manejo de sí mismo, del aprendizaje difícil de la autorregulación.

Capacidades emocionales como las que requiere una persona para desprenderse de su familia e iniciar el camino sólo: habilidad para aceptar con tranquilidad y esperanza el desafío de crecer, la habilidad para planificar, habilidad para integrarse a otros, habilidad para aceptar sus limitaciones y potencialidades, habilidad para sobrellevar las tensiones, sobrevivir a las crisis y madurar desde ellas, aprender de los errores y no perder la perspectiva en el camino, que, por dichos errores y crisis el futuro deja de existir.

Suele suceder que al percibir las crisis como cargas inevitables en nuestra existencia (algo así como sentir que vivimos en un estado de "maldición" perpetua), las crisis que todos reconocen su existencia, pero, de las cuales nadie habla, van provocando efectos acumulativos y peligrosos, con varios planos no resueltos.

Las crisis son necesarias para el desarrollo, sino se aprende de ellas, ellas viven como fantasmas en la historia, y como sucede en las familias, las crisis no enfrentadas, no habladas, que se viven en silencio, van socavando la estabilidad hasta hacerlas disfuncionales y las van enfermando, usualmente hay quienes presentan con más vigor y visibilidad los síntomas de la enfermedad.

Los shocks o anulaciones de la conciencia posteriores a una crisis o accidente, limitan el sentir el dolor, quizá nuestra naturaleza nos haya dotado de ellos para pensar con frialdad acerca de lo sucedido, reentender lo sucedido y actuar, sin embargo, si no se llegan a usar como tales, el shock puede convertirse en indiferencia y olvido, y el adormecimiento emocional en un estilo de vida, sin capacidad de sentir, sin capacidad de conmoverse, sin capacidad de maravillarse, sin indignarse, sin amar con pasión, sin capacidad de arriesgarse por otros, sin capacidad de sentirse amigo y sin capacidad de ser altruista.

Traumas han habido muchos en nuestra historia: la invasión y esclavitud, la búsqueda de la libertad, la crisis de la madurez como país naciente (yo lo llamaría el fantasma mayor), las guerras, la fragmentación del país sin un horizonte de unificación, postergación de necesidades y pueblos, vueltas al totalitarismo, genocidios, días negros en la economía, caídas de regímenes democráticos, negligencias con secuelas de muerte.

La corrupción más que un trauma adicional en esta vitrina, podría constituirse, con mérito, en una de las formas más atractivas de vivir el estilo de vida del adormecimiento emocional, se requiere de muchas carencias emocionales para ser corrupto, observe ud. su incapacidad para pensar en términos de un "nosotros" o intentar sólo ponerse en los zapatos del otro, basta con oír entrelíneas sus declaraciones, y si hay un "nosotros" es porqué le es útil para un beneficio personal, soliendo ser muy encantadores.

Quizá al preguntarnos: ¿Cómo funcionaba el ascenso social del esclavo?, ¿Cómo funcionaba el pensamiento del esclavo?, ¿Qué hacia para existir y sobrevivir? hallemos muchas de los rasgos por las cuales somos negativamente reconocidos los peruanos,

La corrupción noes más que es un estilo de vida creado en el sistema, alimentado por nuestra historia y erigido desde nuestra historia.

Disciplinando la disciplina en la escuela

La escuela es un espacio privilegiado para el aprendizaje de la disciplina, y más aún cuando otras instituciones como la familia cifran expectativas altas respecto de lo que puede hacer el colegio, en un contexto social de violencia, crisis de autoridad, quiebre del sentido de autocontrol personal, entre otras situaciones. Una de las características de los chicos actuales es la horizontalización respecto de los padres, lo cual consiste en que el poder de los chicos en el hogar se equipara al de los padres, pareciendo éstos últimos más amigos que padres, más hermanos que padres.

Esto se ha hecho muy común y se viene generalizando a otros ambientes como la escuela, pero, es preciso ver que la horizontalización es muy común en ambientes donde hay poca claridad en la estructura de autoridad, o la autoridad es poco significativa o poderosa, o existe en la autoridad o cuerpo de autoridad sistemáticas contradicciones, desautorizaciones, desacreditaciones, lo cual les otorga una imagen de poca solidez , y brinda un ambiente propicio para que el joven con tendencia a horizontalizar sus relaciones mantenga o desarrolle dichas actitudes.

El maestro debe sentir que tiene poder, que es capaz de persuadir, que es capaz de dirigir un grupo, que puede liderar procesos, que puede marcar límites, que puede motivar al cambio, que tiene el respaldo de su inmediato superior, que junto con sus colegas organizadamente forma un cuerpo sólido e influyente en la escuela, el “empowerment” del maestro es fundamental para explicar la disciplina de los chicos. Poco se puede esperar si el maestro entra en una cadena de auto-desacreditaciones, como por ejemplo:

* Plantear reglas poco claras o hepáticas (que dependen del estado de ánimo del maestro, pero no producto de una reflexión, y no especifican una consecuencia)
* Respuestas poco claras, tardías, derivaciones, o ausencia de respuesta para enfrentar los desafíos por parte de los chicos
* Los chicos sienten que “no pasa nada”


El maestro se verá entrampado en un círculo en el cual no se sabe dónde comienzan las cosas, una cadena de mutuas “echadas de culpa”, pero, en donde claramente se puede observar que todos contribuyen, y en el cual se observa que el punto crucial por parte de los adultos es la estructuración de reglas. Si él mismo no las tiene claras, es muy difícil que los chicos las vayan a tener así.

Los chicos de por sí son inestables, alguien tiene que ser estable ante este panorama, si el maestro se descontrola, “perdió”, por ejemplo, si son púberes o adolescentes, son más inestables que en otro momento, y por cuestiones propias de su desarrollo intentarán construir parte de su identidad en la oposición al adulto y lo que significa él, el trabajar con adolescentes implica conocer esto y conocer también que a nuestra edad vivimos las crisis de la mediana edad, en que somos más susceptibles de vernos afectados por la forma como nos perciben los demás, un comentario crítico nos afecta más que en otras etapas de nuestra vida, y los chicos tratarán de demostrarnos que somos imperfectos, y si nuestros encuentros tratan de demostrarles que somos perfectos, como en una especie de competencia, resultarán más desafiantes aún. La inteligencia, la agudeza, el liderazgo, el equilibrio entre manejo disciplinario y afecto, entre reglas claras y consecuentes en mezcla con presencia cercana y respetuosa, tienen mejor efecto en la relación con los chicos. El populismo (que refleja carencias emocionales), la rigidez (que refleja incapacidad para confiar), la humillación (como un alarde del poder del adulto) han demostrado no contribuir a la formación de los chicos. El primero provoca abusos de confianza, el segundo genera mentirosos muy astutos y chicos que aprenden a jugar a ser disciplinados delante del “estricto” y pensar que la siguiente vez “tiene que ser más audaz para no ser atrapado”, y el tercero, daños emocionales, desvalorización, y en algunos casos insensibilidad y sentimientos de venganza.

La gestión o dirección es una prioridad en el aula. Esta gestión eficiente se puede efectuar a través de un modelo disciplinario que desarrolle el respeto mutuo, mejore la cooperación, que fomente la responsabilidad, que promueva un sentido de identidad en el aula, y tenga en especial, un sistema de consecuencias a las conductas de los alumnos. Jane Nelson autora de Disciplina Positiva sugiere que este manejo eficiente se puede dar:

1.Creando una atmósfera de amabilidad, firmeza, dignidad y mutuo respeto. Esto es muy importante para crear un ambiente propicio para aprender y educar.
2.Manteniendo reuniones periódicas de aula. Esto ayuda a crear un sentimiento de comunidad al interior del aula y ayuda a los estudiantes a desarrollar sus habilidades para comunicar.
3.Entendiendo el sentido de los cuatro objetivos equivocadas de una conducta: 1) obtener exceso de atención, 2) poder, 3) vengarse y 4) eludir responsabilidades / asumirse incapaz.
4.Utilizando el aliento más que el elogio o la alabanza. Alentar reconoce cualquier esfuerzo hecho por los estudiantes, aunque no resulten en logros o triunfos.
5.Asignando responsabilidades en el aula.
6.Manteniendo reuniones entre padres, maestro y estudiantes. Este punto ayuda a que el estudiante se sienta más involucrado en sus metas de aprendizaje.
7.Practicar los pasos de resolución de problemas en el aula. Estos pasos involucran a los estudiantes en la solución de sus problemas de una manera sistemática, que implica la guía inicial del maestro.

La niñez y al adolescencia son etapas irrepetibles, hermosas, en que esa imagen de la oruga convirtiéndose en mariposa deja de ser una metáfora para hacerse una pintura, son etapa con sus propias crisis y como todas las crisis, tienen muchos riesgos pero a la vez cada una de ellas es una etapa de muchas oportunidades. Es preciso ver al niño y al joven desde su otra cara, desde la cara de la posibilidades que brindan estas etapas: energía, creatividad, lealtad, reflexividad, criticidad, sensualidad, competitividad, etc. y no solo desde el lado del adulto desafiado, que puede llegar a ver al estudiante como problema y dolor de cabeza. Asimismo es preciso darles espacios en la escuela que les permitan plasmar ese otro lado de la luna, en una contribución funcional para la convivencia, actividades que los desafíen y pongan en relieve todas sus capacidades, usualmente no registradas o consideradas.

Es paradójico, pero tanto en maestros como en alumnos, el sentirse empoderizados los hace madurar, a los primeros como personas en una responsabilidad de alto impacto social como es la educación integral de sus alumnos (misión) y a los segundos al ponerlos en la ruta de su desarrollo (lo cual no significa restringir su posibilidad de participación a través del consejo estudiantil, sino explotar y desafiar las posibilidades de las organizaciones estudiantiles en las aulas, en las bases más próximas a los chicos, y en el plano individual la capacidad autocrítica, su compromiso consigo mismo y con los demás, y la lealtad) he ahí la responsabilidad de la dirección de la escuela y de los directivos: dar los espacios para empoderizar a las personas, pero también, preparar a ambos grupos para el uso del poder y para asumir la responsabilidad del crecimiento y formación de otros, y el propio desarrollo personal.