23/10/08

¿Educar?, ¿Para qué?

Durante este siglo la educación ha experimentado cambios muy significativos, el descubrimiento de los principios del aprendizaje de los organismos y en especial de los humanos ha permitido el desarrollo de importantes avances científicos y tecnológicos, se han generado nuevas metodologías y estrategias: constructivismo, educación por el movimiento, pedagogía Waldorf, educación por el arte; nuevas técnicas: las máquinas de enseñanza, el aprendizaje programado, el SIP, el aprendizaje estructurado, etc. Sin embargo, la educación, muy a pesar de los importantes cambios, no ha perdido su esencia, su trascendencia, su orientación hacia el futuro, pues no se enseña para ayer, incluso ni para hoy, sino para mañana. En este sentido, la educación adecuada sería aquella que prepararía a los actuales estudiantes para desempeñarse en un tiempo distinto, con características, contextos y situaciones muy diferentes a las actuales.

Según las proyecciones, el estado mundial en los aspectos sociales y económicos para dentro de 25 años, no sería el más deseable, muy por el contrario, el futuro no deseable sería el más factible.

La educación constituye en gran medida la vía a través de la cual se validan los patrones de interacción de los individuos en una comunidad, sin embargo, la escuela puede, dado su poder, permitir transformaciones culturales, incluso en un sentido romántico, cambiar el futuro. Sin embargo, el futuro depende de muchas variables, de las cuales, mientras mayor información se pueda obtener, mejores planes se podrán diseñar. Mientras tanto, la labor de la educación y en especial de la orientación escolar, consistirá en facilitar la adquisición de aquellos valores y actitudes que permitirán un desarrollo personal continuo en un contexto con características diferentes a las vivenciadas a la actual, desde las propias percepciones de los jóvenes de acuerdo con su evolución, pero, en especial en un contexto socio-económico, cultural e incluso biológico diferente.

Pensar acerca del futuro, constituye una requisito para educar, es pensar en lo que queremos lograr, y en cómo lo que queremos lograr se ajusta o es funcional a lo que los jóvenes vivenciarán luego. Por ello es menester “vislumbrar el futuro”, no como una metáfora, sino como un objetivo.

En cuanto a población las proyecciones del INEI señalan que hacia el año 2025 la población del Perú llegará a 35 millones 518 mil habitantes, es decir 41% más que la actual, y en el caso de Lima, hacia dicho año tendrá alrededor de 11 millones de habitantes, concentrando al 44% de la población del país. Ello estaría indicando una alta probabilidad de problemas habitacionales, de acceso a servicios y de hacinamiento, esto último con sus respectivas consecuencias ambientales y sanitarias. Esto señala la urgencia de generar actitudes vinculadas con la tolerancia, la solidaridad y la preservación y cuidado del entorno biológico (salud personal y conservación del ambiente natural).

En la actualidad la esperanza de vida para una mujer se halla en 69,2 años mientras que para los varones se halla 5 años por debajo (64.4). Esto redunda en la importancia de identificar una explicación, que es bastante probable se oriente hacia un estilo de vida con múltiples conductas de riesgo entre los varones.

El crecimiento de la población significará a la vez un crecimiento tremendo de la población económicamente activa, ello demandaría la creación de un mayor número de puestos de trabajo.

Esta situación se hará mucho más difícil, ya que las proyecciones de la pirámide poblacional señalan un incremento de los grupos etáreos por encima de los 20 años.

Esta proyección, si es que las características del empleo en el país no varían, significará un alto índice de desempleo o subempleo, y de lo que se ha venido a llamar en los últimos años el desempleo ilustrado, es decir, personas que culminaron un estudio superior pero que se ven imposibilitados de acceder a un puesto de trabajo con condiciones adecuadas o que exigen un manejo de información diferente al área en que se educó. Esto exigirá de nuestros jóvenes actitudes vinculadas con la creatividad, la planificación y gestión, la disposición para integrarse a grupos en trabajo interdisciplinario, la flexibilidad para adaptarse a cambios y exigencias (en especial a las tecnológicas) , disposición a evolucionar como persona, y la orientación y diversificación hacia su formación superior (pues se ha identificado que aproximadamente el 54% de los egresados de centros de educación superior se concentran en sólo 10 carreras tradicionales).

La mujer tendrá un protagonismo en los nuevos tipos de organización familiar, y ello incrementará el índice de divorcios, debido en gran medida al mantenimiento de las creencias que relacionan género y poder. Esto señala la necesidad de educar en actitudes vinculadas con la cohesión y la cooperación, establecimiento de límites de decisión, habilidad para desarrollar proyectos en equipo y autoevaluación.

Hace algunos años se podía hablar de generaciones, definidas en un continuo temporal por cubrir períodos de 10 o 15 años, estos intervalos en los últimos años se han acortado, cubriendo períodos de 2 o 3 años. Se prevé, como incluso se puede constatar ahora, que, la influencia de los medios de comunicación tendrá un fuerte protagonismo en estos cambios vertiginosos, estos cambios pueden probabilizar en las personas una intensa preocupación por lo inmediato, altos niveles de estrés, sin posibilidad de observar la vorágine en perspectiva, es decir, con fuertes amenazas para la auto-trascendencia y el desarrollo de una vida interior. El manejo del estrés se constituirá en una necesidad de salud pública, así como, la generación de planes personales a largo plazo.

Nuestro país verá modificada mucho más su estructura social, la marginación se afianzará y tendrá un rol importante en las movilizaciones sociales en especial desde el interior del país y los anillos de pobreza. Como ya se está observando, se exigirá al Estado generar una dinámica que permita la concertación y el respeto de los derechos humanos. Esto exigirá de las personas, el contar con un repertorio de habilidades alternativas a la violencia, el reconocimiento de valores como la justicia, identificación de los propios derechos, pero, a su vez la reconstrucción de la democracia, la cual es posible en nuestro país tenga una figura distinta a la experimentada en otros países.

Por otro lado, se prevé para los siguientes años que los medios de comunicación serán un competidor cada vez más intenso para la escuela en cuanto a formación de valores y acceso a información, la escuela tendrá que reconfigurar sus estrategias y servicios, pues corre el riesgo de ser un elemento accesorio. La labor del maestro deberá enriquecerse en la constante actualización sin perder su identidad profesional y conformar equipos multidisciplinarios que atiendan integralmente a las necesidades e inquietudes de los jóvenes, pero en particular, haciendo uso de un enfoque prospectivo y preventivo.

Los valores se deben hacer trasversales tanto a la currícula académica como a la de orientación, no por un sentido estético, sino porque es preciso generar una estructura coherente en la organización educativa y porque favorece la cohesión de los miembros del sistema en un mismo conjunto de principios.

En este contexto es que se mueve nuestro maestro, y quizá este contexto constituya el desafío más grande de su vocación: el liderar la conquista de la libertad.

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